domingo, 29 de noviembre de 2009

Irreversible II

Creo que me estoy enamorando. Y sé todos los peligros que eso supone. Sé los millones de corazones rotos que eso traerá consigo. Y aún a sabiendas... lo elijo. Lo elijo mil, infinitas veces. Te elijo a ti, y elijo esta dolorosa y aún deliciosa historia. Aunque después no me perdone las penas que yo sola me habré causado.

jueves, 26 de noviembre de 2009

lavanda terciopelo

Un olor a lavanda, de suave terciopelo gira en círculos desde el techo cae en forma de espiral sobre mi ombligo y se esparce por toda mi piel

jueves, 12 de noviembre de 2009

cOnquistar el mundo

Las cosas maravillosas del mundo se conjugan para agitarme los océanos. Hay una bola de fuego creciendo en el medio de mi pecho. Lo quiero todo, lo quiero ahora. Y yo aquí, encerrada entre estas 4 herméticas paredes... ¿Cómo esperan que conquiste el mundo desde aquí?

viernes, 6 de noviembre de 2009

Dedicado a Roberto :)

Te regalo la primera lágrima de esta historia, porque me conmueves de millones de indescriptibles maneras... Te la regalo.

Carta de Belinda Sánchez, desde las lejanías

Querido Nicanor Gutiérrez, Imagino que a estas alturas ya debes saber que me he marchado. Nadie cree en nosotros Nicanor Gutiérrez, nadie nos toma en serio. Para el mundo tú y yo somos una broma más. Y debo confesarte, con la vergüenza dueña de mi cuerpo, que a veces el mundo me hace dudar. Sin embargo, seas real o ficcional, lo que siento por ti es lo suficientemente fuerte como para que yo crea, con toda la convicción del mundo, en "nosotros". Aún así, he decidido marcharme. Sé muy bien que mi bufanda turquesa está en tu casa, probablemente aún debajo del cojín de tu sillón, donde la dejé adrede. También sé que si voy a recogerla "nosotros" se hará realidad. Y créeme Nicanor Gutiérrez, nada me haría más feliz que comer mandarinas a las 6 de la tarde, o tomar el té en NUESTRA endeble mesita roja, o lavarme los dientes escuchando boleros. Pero así como nada me haría más feliz... nada me haría más triste que presenciar el final de "nosotros". Perdona mi cobardía Nicanor Gutiérrez, huir es la única forma que encuentro para no tener que enfrentarme a tu inmensidad. De cualquier forma, te dejo la promesa, de que un domingo de noviembre, iré a buscar mi bufanda turquesa, y quién sabe si habrá una segunda taza de té en tu endeble mesita roja. Hasta entonces, Belinda Sánchez.