lunes, 28 de junio de 2010

El invierno y las ganas de besar

Hacía frío y querías besarla. La veías temblando frente a ti. Y no querías otra cosa que besarla. Su fragilidad te conmovió a niveles que tú mismo no sospechabas que existían. Y querías besarla. Intentaste tocar su mano, y ella no supo qué hacer. Perdió el control de su cuerpo, hizo un gesto de fastidio que separó su mano de la tuya, y se fue. Se fue a sentarse en una esquina, a desear con todas sus fuerzas que su mano estuviera en la tuya, y que tus labios humedecieran los suyos, que todos desaparecieran, para sentir tu cuerpo entero estremecerse, cuando por fin la tomaras en tus brazos.

viernes, 18 de junio de 2010

Cáscaras de mandarina

Me gusta así. De a poquitos y en secreto. Las miradas de complicidad, las sonrisas pícaras. Me gusta así. Las palabras al oído. Los besos a escondidas. Quitarnos las cáscaras despacito, muy despacito, para no hacernos doler. Y por fin descubrirnos. Desnudos, indefensos, absolutamente honestos. Mirarnos durante horas, para aprendernos de memoria, y poder retratarnos en la ausencia del otro. Acercarnos, pasito a pasito. Con mucho cuidado. Hasta que nuestros cuerpos se encuentren. Entonces yo seré tu cáscara, y tú la mía.

Nicanor Gutiérrez regresa a casa

Llegada la medianoche, Nicanor Gutiérrez encontró inútil eso de permanecer ahí sentadote, en esa incómoda banca. Así que caminó los 8 kms a casa , dando tumbos entre los 857 pensamientos que lo atormentaban. Llegó aún confundido, subió los 4 pisos ya bastante cansado. Y cuando introducía la llave en el cerrojo... "Hola!" Nicanor Gutiérrez se puso pálido, los músculos de su cuello se tensaron, sus ojos se abrieron enormes, las llaves de su departamento cayeron al piso. Nicanor Gutiérrez giró la cabeza, lentamente, en dirección a la voz. Por los clavos de Cristo! Era Belinda Sánchez! Estaba ahí, sentada en la escalera, tenía su maleta anaranjada y su taza rosada en la mano derecha. Las rodillas de Nicanor Gutiérrez empezaron a debilitarse, y su corazón, a latir en todos los sentidos y ritmos.

domingo, 13 de junio de 2010

Lasamigasespaja

Lasamigas acompañan, lasamigas apoyan, lasamigas entienden, lasamigas escuchan, lasamigas no juzgan, lasamigas comparten, lasamigas reconfortan, lasamigas enseñan, lasamigas aprenden, lasamigas crecen, lasamigas juegan, lasamigas ríen, lasamigas lloran, lasamigas perdonan, lasamigas sorprenden, lasamigas quieren, lasamigas admiran, lasamigas sueñan, lasamigas inspiran...
Lasamigasespaja.

sábado, 12 de junio de 2010

La estación del tren II

Belinda Sánchez apoyó su maleta anaranjada en el piso, como esperando una respuesta. Entonces dijo: "Ya son las 6:02pm ¿no sueles comer mandarinas a esta hora? Te puedo acompañar con una mandarina, como que recupero mi bufanda turquesa." Nicanor Gutiérrez seguía perplejo, no pudo elegir uno solo de los 857 pensamientos que cruzaron su mente para decírselo en voz alta a Belinda Sánchez. La dulce sonrisa de Belinda Sánchez se fue convirtiendo en una especie de mueca de desconcierto. El silencio de Nicanor Gutiérrez le había permitido escuchar y repetir en su mente las palabras que acababa de pronunciar. Qué tonta es Belinda Sánchez! pensó una vez más... Ante la impasibilidad de Nicanor Gutiérrez, Belinda Sánchez empezó a sentirse insegura, ridícula. Tomó su pequeña maleta anaranjada entre sus brazos, y salió corriendo de la estación del tren. Se subió a un taxi, y lloró todo el camino a casa. Nicanor Gutiérrez dudó por un segundo si todo esto había pasado en verdad, o si solo había sido producto de su imaginación. Hace dos horas que el tren de las 6 partió. Hace dos horas que Nicanor Gutiérrez está sentado, inmóvil, en la banca de la estación del tren, buscando las palabras que hubiera querido decir.

jueves, 10 de junio de 2010

despedida interespacial

Me voy antes de que la paz huya de mis dedos. Me voy a donde no haya escasez de valor porque tampoco podría resistir su pérdida. Me voy porque un corazón roto no es uno, sino varios. Porque no solo me lastiman tus actos o no actos, tus palabras o no palabras. También me rompe el corazón el hecho de que me lastimes. Porque cada día es más difícil perdonar tus abandonos. Olvidar todas las veces que tiraste la toalla. Me duele porque me equivoqué contigo. Me duele que hayas elegido alejarme de ti. Así que me voy. Porque merezco más que alguien que elige perderme sin pensarlo dos veces. Desde Júpiter, Maruja

Esperándote

Tal vez tú seas mi Godot, tal vez estoy esperando que llegues y detengas el paso del tiempo. Y todo quede suspendido en el aire. Tal vez estoy esperando que llegues para empezar a vivir, y todo esto no sea más que un gran paréntesis.