Al final de un espejismo, siempre queda la dura y caliente arena del desierto.
NO estoy buscando un oasis.
No lo estoy buscando.
Pero eso no significa que me conformaré con un efímero e insulso espejismo.
No me quejo del desierto.
Tengo la cantimplora llena.
Pero si tengo que elegir entre un espejismo y un oasis... elijo el oasis.
Siempre el oasis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario