Cuando muera, quiero que se sepa que amé.
Que amé intensamente.
Si bien no tuve el valor de reconocerlo;
las penas que ese amor me causó, las lloré en silencio.
Hubo veces en que quizás reclamé,
sin saber muy bien qué reclamaba.
Pero fueron arrebatos mínimos, y esa es la verdad.
Los dolores que yo misma no supe explicarme,
están adentro, mordiéndose los labios.
Y aunque no supe qué hacer con ese amor,
y aunque no hubiera sabido qué hacer con el suyo,
si él me hubiera amado también...
Quiero que se sepa que lo amé.
Que sentí un amor muy grande.
Quizás tener ese amor no me hubiera hecho feliz,
pero lo llevo conmigo, a todos lados.
Esa es mi pena.
Quiero que se sepa.
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