El cansancio y las ganas de llorar

Lo bueno de estar tan cansada, es que al menos no tengo tiempo de ponerme triste pensando en ti. 

Aunque ahora mismo, mientras escribo esto, tengo ganas de llorar.

Your name makes my blood go sjtudnwldebrwksbjdskakjlakewnfjcf
Imagine what your eyes would do...

Corazón abierto de par en par y la ruptura del silencio

Yo tenía una idea del amor. Creía que debía ser de cierta manera:

Creía que el amor de verdad debía ser puro, que no debía estar contaminado por el ego. Que uno debía amar al otro por quién es, sin pretender cambiarlo. Creía que uno no elige de quién se enamora. Que el amor debía ser incondicional, y no estar sujeto a los sentimientos del otro. Creía que el amor debía ser valiente y generoso. 

Entonces decidí amarlo de verdad: 

No lo juzgué, traté de entenderlo. Me mantuve cerca, sin importar cuán fea pudiera ponerse la cosa. Lo único que exigí fue sinceridad, y estuve siempre dispuesta a escuchar. Hubo veces en que sentí rabia, o celos...  Y todas esas veces volví pidiendo perdón, amándolo más. Todas las veces que su torpeza me lastimó lo perdoné en mi corazón. Busqué puentes que me mantuvieran conectada a él y traté de sentir lo que él sentía. Y aunque mil veces eligió a otras mujeres antes que a mí, solo me aparté de él temporalmente. Para reunir fuerzas. Para volver con más amor. 

La gente creía que yo seguía ahí por que no me quería a mí misma lo suficiente como para enamorarme de un chico que sí me quisiera. Pensaban que tenía baja autoestima. Que creía que no merecía ser amada. "We accept the love we think we deserve", citaban. 

Nunca me entendieron:

Él me amaba, a su manera. Y yo no juzgué su amor. Decidí no rechazarlo solo por que "no era suficiente", o por no ser el tipo de amor que a la gente le pareciera "correcto" o aceptable... 

No quería conformarme con un chico que me quisiera pero de quien no estuviera enamorada. Eso es para mí la verdadera baja autoestima. Uno no elige de quién se enamora, y tampoco elige cuándo deja de sentirse enamorado. Esa es una certeza que siempre tuve: que yo no podría decidir cuándo se acabaría. Las cosas se acabarían cuando se acabaran. No era una decisión racional que yo pudiera tomar.

Nunca creí que no merecía ser amada: 

Lo amé así porque quería merecer ese tipo de amor. El amor que yo proponía y ejercía. 

Cómo pretendemos recibir un amor que no estamos dispuestos a dar?

Corazón de luna

La luna está menguando.

Y yo creo que mi corazón es una luna; 

Por que está menguando también.

Real Maravilloso

Eso con lo que sueñas
puedes tenerlo aquí
conmigo.

Tu cobardía te hizo elegir la imaginación
por encima de la realidad.

Es solo una manera de ganar tiempo.
Por que se diluye en la idea.
Es evasión.
Si tan solo te entregaras..
al real-maravilloso.
Te refugias en algo que no existe,
para no enfrentar.
Para no ser real.

Yo soy real.
Y estoy aquí, ofreciéndote mi corazón.

Piedra caliza

No te quedes ahí
Impávido

¿Cómo puedes permitirte tanta ceguera?

Piedra caliza
Desierto infértil

CARCELARIO DE TU PROPIO ENCIERRO

Te quitas las alas con una pinza
Nadie detendrá el sangrado.

Dos extraños

Pase lo que pase,

tú solo acuérdate de esa noche.

Acuérdate de la certeza de esa noche.

Haber estado tan cerca el uno del otro

sin conocernos.

Recuerda que fuimos dos extraños

de cuerpos enredados

que mirando el techo

viajaron

lado a lado

a mundos infinitos

a paisajes lejanos...

Eso fuimos esa noche.

Dos extraños que caminaron de la mano.

Dos extraños que por un segundo se tuvieron,

que por un segundo se amaron. 

Pase lo que pase

recuerda que así fue cómo todo empezó.

Del irio...

Debajo de mis pies,
se oye el rumor del agua
que se acerca.
Entre las grietas de la tierra, se abre paso
un océano indomable.
El mar de los delirios
moja mis zapatos
sus niveles aumentan rápidamente
está por encima de mis rodillas...
cuando llegue a mi cintura, 
yo solo me dejaré llevar...

Nopuedesevadirtudestino

Él creía en el destino

Y su destino era amarla

Aunque él no lo creyera...

Polillas muertas

Estoy caminando en un cementerio de polillas.
Hay tres centímetros de polillas muertas entre la tierra y las plantas de mis pies.
Una a una han ido cayendo las polillas... Por volar demasiado cerca de la luz.
Se quedan pegados a mi piel, sus cadáveres, cuando camino.

No siento asco.