José Luis dejó de quererme un otoño.
Su amor duró lo que mi duda.
La certeza llegó demasiado tarde.
Y ahora se va a casar con otra.
No hay que hacer con los antojos de la duda, del tiempo, y
de la certeza.
Uno está sometido por muy libre que se sienta.
La mala sincronización es solo eso.
Mala sincronización.
Involuntaria.
Qué se le antojará ahora a la sincronización?
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