viernes, 25 de septiembre de 2009

libélula

Como el vuelo de una libélula,
como su vibrante aleteo,
y ese segundo suspendida en el aire,
entregando un mensaje secreto,
que no podemos oir,
pero que en el fondo entendemos.
Como un viaje musical,
en alguna dimensión desconocida
de esta mundana realidad.
Aún quedan rincones misteriosos en la tierra,
ya sea en tus recovecos o en los míos.
Aún hay mucho por conquistar, territorios vírgenes,
como el nuevo planeta que estoy inventando
desde hace unas noches.
Como esa amaca bajo el cielo estrellado.
Como tantísimos minutos sin usar.
Por qué aungustiarse ahora?
No tengo ninguna certeza, pero finalmente... no todo tiene que tener sentido. Quizás nada lo tenga.
Quizás el sentido sea una de tantas estupideces que inventamos los humanos para hacernos creer que no tenemos miedo.

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