Belisario Pérez, a sus 45 años, tiene en su haber 17 intentos de suicidio. Algunos más fallidos que otros.
Belisario Pérez ya no quiere vivir.
Los días lo encuentran repantigado en su sofá de cuero con una botella de arsénico en la mano izquierda, roncando sus últimas pesadillas.
La noche siempre lo encuentra sentado en su polvoriento sillón de un cuerpo, con un revólver sobre su regazo, la mirada fija en una grieta en la pared de enfrente.
Nunca falta un banquito bajo una soga, colgada en las estructuras del techo en alguna habitación de esa triste y venida a menos casa azul.
Belisario Pérez ya no quiere vivir.
Buster Keaton?! Buenos gustos!
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