sábado, 19 de septiembre de 2009

Ensayo sobre la incertidumbre

La incertidumbre, en ocasiones, es genial. Produce vértigo, mariposas, adrenalina. Qué rico jugar a los misterios, a las cosas medio dichas... a la ambigüedad. Y es más rico aún, si luego de la incertidumbre aprendo que él también está interesado. Entonces se me infla el pecho de luz, y una enorme y risueña sonrisa viene a instalarse en mi rostro. Sin embargo, no solo está la incertidumbre de saber si me enamoraré de ti, si podré amarte en algún momento, si tú no te aburrirás de mí, o si uno de estos días no conoces a otra chica... No son solo mis dudas sobre la posibilidad de sentimientos reales por una persona que existe en mi imaginación... No se trata de esa inofensiva incertidumbre... Si no de la intolerable incertidumbre, de un futuro más incierto de lo normal. Con qué sustento puede una sumergirse en este mar de locura? si nada, absolutamente nada me asegura que llegaré a tierra firme eventualmente. Qué persona en su sano juicio se tira al océano, sin flotador, en alta mar?

2 comentarios:

  1. a veces es bueno salirse un ratito del sano juicio

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  2. que horrible es esto que voleta buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

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