Los seres humanos y las estrellas estamos hechos de lo mismo,
de la misma materia que explotó hace tantísimos millones de años en el Big Bang.
Sin embargo, no veo que las estrellas se ofendan unas a otras, que se insulten, lastimen, traicionen, maten. No veo que se odien, envidien, que les sean infieles a sus esposas o abandonen a sus hijos. No veo que se digan mentiras, que se miren feo, que sean malintencionadas; que discriminen, que sean racistas o se crean superiores. No veo en las estrellas la codicia, la sed, enfermiza, de poder que nos caracteriza a los humanos. Hay algo maligno en nosotros.
Quizás por eso siempre quise ser estrella.
A veces miro al cielo y siento verguenza de ser humana, a veces miro de frente y siento verguenza de desear ser estrella.
Por que a pesar de la maldad humana, amo a los niños de la calle, al campesino que no vende sus ovejas, a la señora del mercado que me da una mandarina de yapa...
Así que sí, a veces me da verguenza pensar que estoy por encima de los seres humanos,
y otras... me siento demasiado estrella para el mundo.
comparto amiga.
ResponderEliminarenamorada de todo lo q escribes
ResponderEliminar