viernes, 18 de junio de 2010
Cáscaras de mandarina
Me gusta así.
De a poquitos y en secreto.
Las miradas de complicidad, las sonrisas pícaras.
Me gusta así.
Las palabras al oído.
Los besos a escondidas.
Quitarnos las cáscaras despacito, muy despacito, para no hacernos doler.
Y por fin descubrirnos.
Desnudos, indefensos, absolutamente honestos.
Mirarnos durante horas, para aprendernos de memoria, y poder retratarnos en la ausencia del otro.
Acercarnos, pasito a pasito. Con mucho cuidado. Hasta que nuestros cuerpos se encuentren.
Entonces yo seré tu cáscara, y tú la mía.
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