No quería terminar de llorarte una lágrima completa
Porque me parece que ya alcanzaste el límite de lágrimas llorables.
No quería terminar de llorarte una lágrima más,
Porque habiéndose llenado ya la cubeta,
No tendría cómo justificar tanta condescendencia.
Ya no me quedarían recursos para defenderte.
Hoy aprendimos una lección:
Que eventualmente tanto egoismo termina por lastimar.
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